Cuando Erin era muy pequeña, dos hombres la lastimaron. Ella pensó que se lastimó porque era una niña, y si se convertía en un niño, nunca más la lastimarían así. Pero con la ayuda de algunos adultos sabios y comprensivos, Erin aprendió que las heridas le pueden pasar a cualquiera. Aprendió a amarse a sí misma como una niña nuevamente y a saber que, sin importar nada, siempre sería Erin.
Siempre Erin PDF
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