Las clínicas de género han aparecido como mala hierba en ciudades de todo el país. A los maestros se les enseña en las clases de educación continua que deben enseñar la teoría de género y afirmar las “identidades de género” de los niños. Los maestros, consejeros y terapeutas a menudo participan activamente en inculcar a los niños la ideología de género. Cada vez más estados están aprobando leyes que impiden que los terapeutas ayuden a los niños a identificar las causas subyacentes de sus problemas de identidad de género. Los niños de todas partes son bombardeados con mensajes sobre la aceptación de la ideología transgénero, y una miríada de "expertos" alientan a los padres a responder a la nueva identidad de sus hijos con entusiasmo festivo. Pero para aquellos que ven los daños de esta peligrosa ideología, sorprendentemente hay pocos recursos disponibles.